is sabanas tenían un mundo... un mundo rodeado de mares de ácido para que no salgas, a no ser que aprendas a volar. Un mundo lleno de todo tipo de terrenos y seres.
En el norte las tierras heladas donde reina Aris con sus osos, luego llega la grande falla donde incluso hay volcanes allí reina Chronos otro gran mago que pensó que podría ser señor de los vampiros.
Pero estos son listos y ambiciosos y poseen unas arañitas conjuradas de tiempos inmemoriales que les permiten controlar cualquier ser si consiguen introducir en el su veneno. Soy inmune a ellas.
En el centro de la gran isla que conforma mi mundo está el reino de los hombres con sus miles de ciudades de todo tipo, unidas por caminos de baldosas amarillas. A veces conviven en paz... otras en guerra pero siempre salen adelante. Alrededor de las ciudades hay bosques, inmensos y preciosos donde puedes ver desde hipogrifos hasta águilas básicas, desde centauros hasta lindos caballos salvajes, desde cervatillos hasta leones... porque hay bosques verdes, bosques negros, incluso bosques esqueletos porque aunque los arboles no estén vestidos y sus troncos sean grises son hermosos. Porque hay belleza hasta en lo más triste.
Y esa belleza duele tanto... pero es tan bonita... Uno de mis favoritos es el bosque de las mariposas, el hogar de las hadas esas que te envidian... malditas, pues ese bosque esta lleno de juncos en los que crees ver flores de miles y miles de colores pero si estornudas todas echan a volar algunas tienen cuerpo de lombriz pero otras son niñas malcriadas incluso conocí alguna con buen corazón... pero son pocas.
Hay muchos más mundos como la cocina de los vientos, la tierra de los golems comepiedras, el territorio de los dragones... quedan pocos lo sé pero eso los hace aun mas bellos. Las estepas de los lobos, incluso el gran castillo del masticore que no tiene puertas ni ventanas solo se puede acceder a el por el gran patio central... muchos lo intentaron pero el guardián sesgó sus vidas pues no eran dignos de pasar.
Pero estos son listos y ambiciosos y poseen unas arañitas conjuradas de tiempos inmemoriales que les permiten controlar cualquier ser si consiguen introducir en el su veneno. Soy inmune a ellas.
En el centro de la gran isla que conforma mi mundo está el reino de los hombres con sus miles de ciudades de todo tipo, unidas por caminos de baldosas amarillas. A veces conviven en paz... otras en guerra pero siempre salen adelante. Alrededor de las ciudades hay bosques, inmensos y preciosos donde puedes ver desde hipogrifos hasta águilas básicas, desde centauros hasta lindos caballos salvajes, desde cervatillos hasta leones... porque hay bosques verdes, bosques negros, incluso bosques esqueletos porque aunque los arboles no estén vestidos y sus troncos sean grises son hermosos. Porque hay belleza hasta en lo más triste.
Y esa belleza duele tanto... pero es tan bonita... Uno de mis favoritos es el bosque de las mariposas, el hogar de las hadas esas que te envidian... malditas, pues ese bosque esta lleno de juncos en los que crees ver flores de miles y miles de colores pero si estornudas todas echan a volar algunas tienen cuerpo de lombriz pero otras son niñas malcriadas incluso conocí alguna con buen corazón... pero son pocas.
Hay muchos más mundos como la cocina de los vientos, la tierra de los golems comepiedras, el territorio de los dragones... quedan pocos lo sé pero eso los hace aun mas bellos. Las estepas de los lobos, incluso el gran castillo del masticore que no tiene puertas ni ventanas solo se puede acceder a el por el gran patio central... muchos lo intentaron pero el guardián sesgó sus vidas pues no eran dignos de pasar.
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on lunes, 15 de diciembre de 2008
at 15:36
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Susurros de viento
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