a bañera con agua es un lago tan caliente que el espejo se torna blanco y las nubes de vaho flotan por el baño. Entonces me zambullo en el ardiente liquido con el cuerpo y el alma desnudo sin mas sonido que una leve melodía y sin más luces que unas cuantas luciérnagas de cera... es entonces cuando más claramente los veo... hadas... duendes... ogros y orcos... unicornios y mariposas gigantes... dragones... en un mundo con mil soles y dos lunas cada una con un nombre distinto pero en verdad todas y todos son el mismo. Mil aventuras vivo y disfruto. Luego toca salir de agua... cosa que no me agrada pues el suelo esta frío y mis pies descalzos... entonces aprieto tu mano cual calido abrazo y me digo "hoy sigo adelante... "
Aquel sueño escondido de la luz del cielo, aquel en el que los duendes contaban su versión de la vida, me llevaban por bosques en los que no había final. Y sí, como en todos los sueños, yo nunca podía hacer nada.
Un cuenta-cuentos me miró y me invitó a sentarme a su lado. Contó una extraña historia. Tan real… como mis sueños… como mí sueño.
Ahora... En medio de la nada, junto a ningún lugar. Donde ni siquiera habitaba el aire. Era como si una maquina del terror me dejara allí, perdida y sola, cayendo por aquel agujero que me borraría para siempre. Un niño me preguntó – ¿Te doy la mano? - no sin cierta melancolía.
Esa noche apareció otra vez extraño chico. Al principio se quedo mirando fijamente, asustado, temblando de miedo. En un arrebato sacó fuerzas de donde tan solo el sabe, y arrancó la barrera que le separaba de mí. Yo era el último duende de la fila. El ultimo en caer y morir. Era tan solo un susurro, él es humo... pero nunca recordaré como corrió hacia mí y como consiguió sumirme en otro sueño.
Despierto justo en el momento en el que me salían las palabras… ya lo sabes cuenta-cuentos, algún día cuéntame como termina la historia.
Solo pido un hueco en una cuna, solo pido un espacio en el cielo cuando las mires a ellas, estrellas. Una leve brisa como la que produce el lento agitar de unas plumas y el sonido de unos tacones lejanos a ti. Abandona los recuerdos del pasado y quédate aquí. Conmigo...
Pero tengo la eternidad para esperar, esperarte, esperarme...al igual que mis manos peinan y trenzan mis cabellos... mis manos bordan los rotos descosidos de lo que late en mi pecho, con hilo de sueños.
Porque hoy de nuevo huelo a flores... me calcé los tacones...
Da igual lo largo que sea el camino, ya no molesta ni el frío. No vas ebrio pero tampoco sereno, ya no importa si estas cansado o dolido. Si tienes remiendos o no te han cosido. Esa noche volaste... volaste alto y solo. Reíste hasta que las carcajadas llegaron a las estrellas, hasta lloraste enseñándole tus heridas a alguien que ya no recuerdas ni el nombre... quizás solo lo imaginaste... pero ya no importa que más dan las heridas que tuve y que vendrán... si sanan todas saliendo volar. Una aguja por amiga e hilo por ilusión... o era al revés...
