Cápitulo 3: Ghonn  

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ferno intentó conseguir el apoyo de los alados inútilmente, fue Crono en quien ellos confiaron, tenían afinidad con el… vivían en los mismo dominios. Allá más al sur de donde vive ahora, en una cueva similar pero ya sepultada en el acido como los reinos de los dragones que bastos y yermos…Solo le bastó usar su lengua envesada proponiéndoles un trato. Basado casi en su totalidad en protección hacia ellos. Son capaces de arrasar poblados enteros pero no son invencibles. Y sus preciadas gemas de la columna vertebral… fueron muy codiciadas. –Estaba agotado llevaba días sin descansar con demasiadas tareas pendientes, mañana deberían partir aunque ella aún no lo sabía, no era el momento – Acortaremos el relato pues no pretendo darte una clase de anatomía draconiana y debemos descansar.

Ghonn sabía que a Ivor no le habría importado, todo conocimiento la fascinaba. Sobretodo lo que no había visto y desconocía la deslumbraba aún más. Ella siempre le hizo hincapié en que si los hyphires poseían esas alas invisibles para todo el mundo excepto para los de su raza… o para seres que establecían un gran vinculo con ellos y eran alas de escamas como las que narraban los cuentos de dragones. En su isla las había de muchos colores como los que Ghonn le había explicado. Ahora que la joven muchacha sabía todo eso, no habría quien la disuadiera que tuviera parentesco con aquellos seres.

-Las gemas las tienen al nacer, pero a la madurez las expulsan y entonces dejan de obedecer a sus progenitores para disponer de su libertad. Quien encuentre cinco que no todas son iguales… y las coloque en su lomo. Acertando a no repetir ninguna de ellas. Tarea te aseguro extremadamente ardua, podrá controlar al dragón, anulando su voluntad que no su libre pensamiento. Iferno siempre creyó y pienso que aún cree… que Crono devolvió las cinco gemas al Gran Dragón Rojo. Le regaló su eterna libertad… ¿Comprendes? - El mago esperó el asentimiento de la muchacha pues la veía petrificada en aquel asiento su cara de preocupación estaba mermada incluso Ghonn habría asegurado que estaba disfrutando con el relato, cosa que no lo sorprendería viniendo de ella – Además de ello los dragones pidieron un pacto de no agresión. Y lo cierto es que no sabremos jamás que hizo entrar en razón a Grauh el gran dragón rojo… queda entre ellos dos. Crono siempre fue muy misterioso para sus asuntos.

“Muchos perecieron igualmente, más de la cuenta. Maldita sea no tuvimos más tiempo” Tenía esos pensamientos y sentimientos a diario. Se daba una explicación tras otra de cómo fue inevitable. Se aseguraba que no habría habido otra solución tan masiva y multitudinaria. Sus ojos volvían a estar húmedos.

-Entonces… todo eso pasó. Así salvasteis Tahedib. Por qué el secretismo. Por qué las mentiras. Incluso a mí… - Ghonn sabía que ella estaba defraudada. Había traicionado su confianza. Pero dio su palabra y no tenía derecho a romper el silencio que el había pedido a todos los integrantes del grupo que hizo esa tarea de rescate. “A los pocos que sobrevivieron”. Se martilleó y culpó una vez más.

-Era mejor así – Habría deseado dejar la explicación ahí pues una cosa eran contar hechos y otra explicar por qué había tomado esta u otra decisión eso ya no le resultaba sencillo pero era ella. Su pequeña aprendiz y su amiga- Nadie tendría curiosidad, no entrarían al subsuelo para poner en peligro sus vidas o la seguridad de la instalación. Muchos dragones murieron en el intento. Otros se convirtieron en piedra para descansar pues su energía llegó a un límite muy crítico. Los golems casi se extinguen pero tuvieron más suerte años después. Las estatuas del norte y del sur son ellos. El Gran Señor Rojo y la Dama de los Celestes. Si sobrevivieron más no se les ha vuelto a ver. Aunque leyendas surgieron y algún descerebrado diga que los vio e intentó cazarlos.

- ¿Té? – dijo la muchacha sirviendo de la tetera que aún conservaba levemente el calor cerca del fuego. El asintió y sorbió la taza de madera que le había acercado.

- El resto de los problemas era menor: juntar al mayor número de gente en el centro de Xaním, el punto más alejado del océano. Las tropas de Iferno se encargaron de ayudarlos – Sabía la cara que pondría e hizo hincapié pues es justo reconocerle el merito ante todo era uno de los cuatro o lo fue en esos momentos – Sí, te lo aseguro ayudó mucho tanto como cualquier otro.- “Aunque sus motivos tendría, no lo dudo ni un momento”- No es que sea noble… ya lo sabes, pero si no tiene un mundo que dominar qué seria de el. Además no le gusta perder aunque sea contra la propia Naturaleza. La empezaría a odiar más que a mí- ambos rieron y pareció por un instante que el tiempo no había pasado y que nunca ella se había marchado.

Ghonn la miró con ternura un instante y prosiguió:

- Aris se encargó del importante problema del agua, magnifica a mi criterio. La mayor parte de los ríos y los lagos sucumbirían pues se encontraban en las zonas mas bajas del continente. Esto me atormentó noches y noches. Ella me propuso la solución cuando se lo comenté como si fuese algo sin importancia no tardo ni dos pestañeos en pensarlo. Congelaría con los guerols el mayor número de hectáreas posibles del montañoso norte. Estas serían derretidas en la primavera próxima para la cual faltaban unas 3 lunas completas así se formarían nuevos ríos y lagos – Todo cambio mucho en esos años, apenas recordaba donde se situaban antes los ríos ni conseguía recordar con claridad mas que en leves imágenes a los habitantes de las zonas bajas o los pescadores de las bahías de antes del Clismo… quizás su mente lo bloqueaba para evitar dolor y culpabilidad. “quiero recordar no quiero olvidar nada…”

- Iferno estaba inquieto y se sentía molesto por no se el líder o aportar algo y quizás esa inquietud nos hizo salvar a mucha mas gente. La idea de colocar columnas en forma de espiral en vez de cuadriculas nos permitió mantener elevado tres veces más superficie de terreno. Siempre pensé que fue un genio muy inteligente aunque el crea que lo catalogo de inútil no es así. Cuando llegó el Tercer Clismo los terremotos eran tan fuertes que la tierra se abría separando a trozos el continente. El acido engullía los pequeños y dejaba a la deriva otros. Aún no sabemos si aparte de la nueva Tahedib sobrevivió algo más a flote aparte de Las Peñas del norte, los Islotes Blancos y tú Lileandhil, tu gran isla natal. Ojala podamos averiguarlo y sea así…

El gran mago bajo la cabeza e intentó que esas imágenes se ocultaran de nuevo en su memoria y no atormentaran de nuevo. Al menos mientras ella estuviera allí. Ahora tenían cosas que hacer y averiguar. No era el momento de apesadumbrarse.

- Eres viejísimo entonces…- ella se había puesto en pie y le dejo la mano sobre el hombro a modo de apoyo. No necesitaba muchas palabras con el. Ambos lo sabían. Su tacto lo hizo sentir bien y la frase no pudo sino dejarlo atónito haciendo que riera sonoramente. Acción casi nada frecuente en el, su rostro esbozaba medias sonrisas a lo sumo. – Pero cómo empezó a hundirse, Tahedid cuan grande era, si están las columnas cómo esta volviendo a pasar, es lo mismo dime que no es lo mismo…

- No sé cómo fue querida – había notado como ella se empezaba a poner nerviosa por la variación de su tono de voz a cada pregunta era más aguda. Ghonn se puso en pie y la miró a los ojos con semblante sereno – Tranquila, desde que tengo uso de razón ese mar de acido rodeo Tahedib. Me disponía a viajar al Sur a ver a Crono, analizar la situación cuando irrumpiste aquí como una loca y sin avisar, típico de ti. Además sin saber nada del asunto mas lo que traías por noticia. Tu dramatismo es fascinante. – Le encantaba enfatizar los defectos de ella pues empezaba a dejar caer los parpados escéptica con cada comentario y aquello lo divertía sobremanera – Las columnas no pueden fallar, según nuestros cálculos durarían miles de años siendo reforzadas cada cierto tiempo. Ese tiempo no ha llegado. Debe ser otra cosa, o nada más que movimiento de tierras. En estos tres mil años me alarme inútilmente varias veces. Jamás fue nada grave. Ahora vayamos a descansar. Mañana nos pondremos en marcha. Si te apetece acompañarme…

This entry was posted on lunes, 19 de enero de 2009 at 2:51 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 comentarios

Anónimo  

Que intriga naranjita ^^.

12 de febrero de 2009, 1:59

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