u voz misteriosa, la oscuridad tiñe y dobla
en el atardecer muriendo!
En horas profundas he visto
doblarse arboles en la boca del viento.
Innumerable corazón de aire
latiendo sobre nuestro silencio afirmativo.
Se rompe y se sumerge en su tono alto
combatido en el quicio de la puerta del verano.
Pendiente, cascabel ebrio
para tu cabello suave como mis manos.
Culpable de mi juego sangriento
huyendo de mi oscura guarida.
Trepando en mi el Sol como la yedra.
Más que mías son tuyas
las que fueron mis lejanas palabras.
Ahora quiero:
que digan lo que quiero decirte,
para que tu oigas como quiero que me escuches.
El viento de la angustia aún arrastra,
huracanes de sueños aún me tumban.
Ebrias de trementina y besos
voy dura de pasiones...
Tiembla en la noche húmedo mi vestido
de modo heroico dividido en mis remiendos.
Nadie nos vio con las manos unidas...
mientras el ocaso azul caía sobre el mundo.
Entonces, dónde estabas?
Siempre te alejas en las noches
donde el crepúsculo corre buscando estatuas.
Tu recuerdo es mi luz,
de humo de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los mios.
Hojas secas de otoño,
giraban entorno tu alma.
en el atardecer muriendo!
En horas profundas he visto
doblarse arboles en la boca del viento.
Innumerable corazón de aire
latiendo sobre nuestro silencio afirmativo.
Se rompe y se sumerge en su tono alto
combatido en el quicio de la puerta del verano.
Pendiente, cascabel ebrio
para tu cabello suave como mis manos.
Culpable de mi juego sangriento
huyendo de mi oscura guarida.
Trepando en mi el Sol como la yedra.
Más que mías son tuyas
las que fueron mis lejanas palabras.
Ahora quiero:
que digan lo que quiero decirte,
para que tu oigas como quiero que me escuches.
El viento de la angustia aún arrastra,
huracanes de sueños aún me tumban.
Ebrias de trementina y besos
voy dura de pasiones...
Tiembla en la noche húmedo mi vestido
de modo heroico dividido en mis remiendos.
Nadie nos vio con las manos unidas...
mientras el ocaso azul caía sobre el mundo.
Entonces, dónde estabas?
Siempre te alejas en las noches
donde el crepúsculo corre buscando estatuas.
Tu recuerdo es mi luz,
de humo de estanque en calma!
Más allá de tus ojos ardían los mios.
Hojas secas de otoño,
giraban entorno tu alma.
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on viernes, 26 de diciembre de 2008
at 3:06
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Susurros de viento
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